domingo, 28 de marzo de 2010

Suspiros de España

Algunas historias nos conmueven y emocionan removiendo nuestras entrañas, pero ninguna tan cercana y nostálgica como la de la Guerra Civil española. Hermanos contra hermanos luchando por un mismo fin: conseguir España.
Sin embargo, algunos soldados que participaron en la guerra no entendían de ideales, ni de utopías políticas. Tan solo combatían en el bando correspondiente al lugar donde les pilló la contienda, y su propósito era regresar junto a los suyos lo antes posible. "Soldados de Salamina" expone una serie de hechos que sobrevinieron casi al finalizar la guerra: Rafael Sánchez Mazas, principal ideólogo de la falange, se esconde en el bosque tras huir de un pelotón de fusilamiento. Reza en silencio para que no le encuentren, su vida pende de un hilo. La lluvia arrecia, describiendo un paisaje sombrío y apesadumbrado. Un soldado le encañona con el fusil y con la mirada. Inexplicablemente, le perdona la vida. Inspirándose en ese acontecimiento, una escritora comienza a investigar los hechos e intenta conseguir información. Su búsqueda termina encauzándose en una dirección: averiguar la identidad del soldado republicano y desenterrarlo del anonimato.

Tanto la novela como la película, tratan de sumergirse en un mar de sentimientos y emociones que subyacen en el recuerdo de aquellos fatídicos años. ¿Qué es un héroe? Es el interrogante que late en el corazón de esta entrañable historia. Quizás la respuesta radique en saber hacer lo adecuado en el momento oportuno, dejándose llevar por un impulso casi natural. El destino puede depender de un instante, un momento. Sin embargo, los verdaderos héroes tienden a ser desconocidos, y por ello olvidados. Es el caso de este soldado republicano, que aún pudiendo delatar al prisionero, le deja en libertad y salva su vida. Puede que para el mundo no fuese un héroe, pero seguro que Sánchez Mazas pensaba diferente.
En la memoria de la guerra, hay escritos innumerables nombres de soldados que cayeron y murieron. Hombres que habitan en el recuerdo de algún viejo excombatiente que salvó su vida, y que ahora tan solo él recuerda, y teme que se borren de la historia tras su muerte. Estos hombres, indiferentemente del bando en el que lucharan, dieron su vida por el ideal de defender España. Murieron y, lenta e inexorablemente, el transcurso del tiempo cubre de tierra y polvo su memoria.

Si Javier Cercas describe y cuenta, con perfecta narrativa literaria, la historia de este episodio de la guerra, David Trueba recompone dicho episodio con una extraordinaria narrativa fílmica.
A pesar del cambio de sexo del protagonista, la película es muy fiel al libro, al menos en esencia. Me gusta la realización, algo violenta e inquietante, en concordancia con la historia que se está contando. Quizás me chirría algún zoom que otro que, a mi parecer, no hacen sino descomponer la belleza de la secuencia.

Recomiendo leer el libro y ver la película, o ver la película y después leer el libro. En realidad, no importa el orden, tan solo importa deleitarse con la trama que se ofrecen a contar estos dos "grandes" narradores de historias.

R.F

No hay comentarios: