lunes, 9 de diciembre de 2013

Saludos desde Isla de Wight

Después de algún tiempo dándole vueltas y de algunos agradables reverses de la vida, he dado el paso y he salido de España. Digamos que es algo que iba a haber hecho hace mucho tiempo, pero por diversas circunstancias no me he atrevido o no he podido. Este verano casi tenía los billetes en la mano cuando me llamaron para hacer una entrevista para trabajar como técnico audiovisual en un ayuntamiento. Resulta que al final cogieron a un chico que además es colega mío, pero a este le salió un gran proyecto y decidió renunciar al trabajo. El siguiente en la lista era yo.

Estos cuatro meses, que prácticamente pasé trabajando de fotógrafo, me permitieron conocer a una gran persona que hasta el día de hoy alegra dulcemente mi corazón. Y finalmente, como no podía ser de otra forma, conseguí un trabajo en la Isla de Wight (Reino Unido). Cogí el petate y me fui.

Creo que lo que más me llamó la atención nada más llegar fue la integración racial y el respeto hacia las costumbres ajenas. Me pareció curioso ver a un hombre trabajar en una construcción con turbante y larga barba. Puedes ir a cualquier comercio y encontrarte con dependientes de todas las nacionalidades posibles. Una buena amiga, al llegar a Londres, me confió que en su trabajo hay quienes tienen permiso, debido a su religión, a detener lo que estén haciendo a una hora concreta para ir a rezar. Por supuesto, no he tenido ningún problema con mi vegetarianismo.

La gente como norma general es amable, sobre todo en las ciudades pequeñas y en los pueblecitos como Yarmouth. Recuerdo cuando fui al Big Ben y me crucé con una anciana hindú a la que sonreí y ella me devolvió mi sonrisa multiplicada por diez. Cada vez que no entiendo algo en inglés están dispuestos a explicármelo de mil maneras posibles.

Yarmouth es maravilloso. Las fachadas de las casas son muy inglesas y hay zonas preciosas donde pasear, en concreto una, a la orilla del mar.
Mis compañeros de trabajo son estupendos, pero cada uno vive en su casa, así que mis relaciones sociales se limitan únicamente al trabajo, en mi tiempo libre estoy solo. En estos ratos aprovecho a estudiar inglés, leer, pasear, etc.

Problemas siempre hay, y momentos difíciles… Un pintor no solo escoge colores brillantes para sus obras, los oscuros también son interesantes. Es el contraste de luces y sombras lo que hace que un cuadro sea hermoso.

Saludos desde Isla de Wight.


1 comentario:

pi dijo...

Me alegro que estés contento y que todo te este resultando agradable, me ha encantado esta reflexión que acabo de leer y espero seguir sabiendo de ti.